viernes, febrero 06, 2009

La Casa del Espanto



Esta casa abandonada perteneció a: Anastasio Avirama, un hombre que se fue a vivir cerca de una montaña encantada y se hizo rico rápidamente.

Circulan varios rumores acerca del origen de su fortuna. Se cuenta que estuvo mucho tiempo acompañando a un indígena que recorría las selvas de la regiòn, quien le enseñò a Anastasio muchos secretos, también le diò un misterioso regalo: “El Libro de la Fuerte Naturaleza”,cuyas paginas estaban llenas de formulas mágicas que le permitieron al colono entrar en comunicación con ciertas fuerzas ocultas de la naturaleza.


Se cuenta que además este indígena le indicó a Anastasio la existencia de puertas secretas en la montaña que llevaban a cámaras subterráneas, donde se ocultaban inmensos tesoros. Algunos dicen que este es el origen de la fortuna del colono. Otros dicen que el indígena le enseño a Anastasio el procedimiento para hacer un pacto con el diablo lo que explicaría la rápida acumulación de bienes que hizo.


Se cuenta que en sus últimos días Anastasio Avirama, se vio atormentado por un espíritu demoníaco que lo perseguía reclamándole el alma en cumplimiento del pacto que habían efectuado y que lo obligó a abandonar su casa en la ladera de la montaña.

Los descendientes de Anastasio Avirama se trasladaron a un pueblo cercano y casi nunca visitan la casa abandonada de su ancestro.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo lo conocí a Don Anastasio en los años setenta -- fue un buen padre de familia, trabajador incansable, generoso anfitrión que nos dejó dormir bajo el techo de una casa que el mismo construyó. Durante la semana se vistió de ropa remendada por su estimada señora, y trabajaba en los campos con su machete -- limpiando portrero y cortando caña y leña todo el día. Los domingos bajaba al pueblo en su ropa dominical, tambien parchado, montado en una yegua -- este animal era casí el unico "lujo" que tenía. La familia tenía bastante terrenos,es cierto, pero por lo que he visto, no había mucha riqueza en esa casa. Creo que la descripción publicada en la versión aquí es producto de rumores y celos. El hombre que yo conocía merece ser recordado de mejor forma.